Tenemos que ser solidarios y colaborativos para salir cuanto antes de esta situación, y no perder los principios ni los buenos hábitos.

Estamos viviendo una crisis de salud de alcance mundial sin precedentes, cuyas consecuencias han provocado el confinamiento de millones de personas para evitar más contagios que conlleven a más irreparables pérdidas de seres humanos.

Una situación novedosa que nos afecta en primera persona a todos y todas sin distinción de sexo, raza, religión, edad o status social. Una pandemia que nos está demostrando cada día que somos seres sociales, que nos habíamos olvidado de valores esenciales y que evidencia que nos necesitamos para salir hacia delante. Porque cuando la vida se ve amenazada la primera reacción es aferrarse al compromiso ético. Y es evidente que a este virus sólo le podemos vencer con estrategia, solidaridad, y con mucha responsabilidad colectiva e individual.

Al respecto, una pregunta. ¿Cuántas veces hemos hablado de la responsabilidad social empresarial en circunstancias ordinarias? Miles, pero ahora toca apelarla con más argumentos que nunca.

Las empresas del sector metalmecánico, su industria, comercio y servicios que por Real Decreto-Ley pueden hacerlo, siguen trabajando. Y lo están haciendo para seguir prestando un servicio para los demás, siempre priorizando la salud de sus personas trabajadoras, a la par que para velar por la salud de sus empleos y de sus negocios. Pero otras también se están viendo obligadas a tomar decisiones en el ámbito laboral, pero que deben adoptar con sentido común.

La picaresca, tan arraigada al carácter español, está saliendo a flote estos días, y se refleja tanto en la actitud de algunas personas que están poniendo en riesgo su vida y la de los demás dejando ejemplos lamentables ante el confinamiento por el COVID-19, como en la de algunas compañías que, aun teniendo actividad, intentan aprovecharse de la situación para reducir plantillas de manera injustificada.

Como se duele decir, no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Así que sirva este llamamiento a todo el empresariado para cortar de raíz estas malas prácticasLas empresas tienen muchas medidas a su disposición para mantener el empleo, y es ahora cuando más las deben utilizar para tal fin. Sólo recordar que no hay buenas o malas decisiones. Las decisiones son parte de nuestra vida y la forma en que las tomemos y las razones que utilicemos de base para tomarlas serán determinantes para nuestro éxito o fracaso en lo personal y en lo profesional.

El sentido común nos dice que tenemos que ser solidarios y colaborativos para salir cuanto antes de esta situación, y no perder los principios ni los buenos hábitos, ¡no es el momento! Tengamos en cuenta que es una crisis coyunturalmuy acotada en el tiempo y que, pese a su gravedad, pasará. Jamás en la historia de la Humanidad hemos estado mejor preparados para afrontar con éxito una crisis como la generada por el coronavirus.

Lo que necesitamos es coordinación y orden, porque la única forma de salir es todas y todos juntos. Ahora más que nunca debemos trabajar en equipo para dar una respuesta adecuada y proporcionada frente a esta nueva enfermedad: tenemos un solo mundo y una sola salud.

Hay que trabajar con calma, rigor, prudencia y unidos, y es aquí donde lo que el asociacionismo cobra todavía más valor. FEMEVAL y sus asociaciones hemos puesto toda nuestra estructura y medios a disposición de las empresas en esta etapa de incertidumbre y constantes cambios normativos que afectan al ámbito económico, profesional y laboral. Todo el equipo humano y los miembros de Gobierno continuamos a pleno rendimiento para resolver dudas generadas por el estado de alarma y con ello garantizar la supervivencia de nuestras empresas y, por tanto, del empleo que generan. Y todo ello en el horario habitual de atención, si bien, siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Sanidad, únicamente se atienden consultas por teléfono y/o email.

Un último favor, pensemos como un todo. Sólo así conseguiremos superar esta enfermedad pronto y seguir avanzando como sociedad, e incluso salir fortalecidos. Vivimos un momento histórico. Demostremos que estamos a la altura de las circunstancias, y si es posible, aprendamos.

 

FEMEVAL – Barómetro del Metal